La gran mayoría de las compras de vivienda en este país llevan consigo la contratación de un préstamo hipotecario con el cual se financiará parte de la adquisición. Es importante que antes de dar el paso de comprometernos a comprar, tengamos claro que nos concederán la financiación adecuada.
Pero ¿cómo debemos afrontar la negociación con el banco?
En primer lugar es conveniente que nuestra solicitud sea realista. Un préstamo hipotecario es un compromiso a un plazo muy largo (muchas parejas comparten más tiempo su préstamo hipotecario que su vida en común) y tenemos que tener la seguridad de que lo vamos a poder pagar, no sólo este año sino todos los que vendrán después.
Por este motivo es conveniente no comprometer en el pago de la cuota más de un 35% de los ingresos mensuales, el euribor que es el índice de referencia habitual para estas operaciones, actualmente está por debajo del 0,5% pero lo lógico es pensar que en un plazo de 20 ó 30 años sufra variaciones al alza.
Indudablemente, otra de las cosas que nos ayudará a la hora de negociar con las diferentes entidades bancarias serán nuestros ahorros, el dinero que aportemos a la operación. Si no hemos sido capaces de ahorrar dinero cuando no tenemos que afrontar mensualmente el pago de una hipoteca y los gastos aparejados al mantenimiento de una vivienda en propiedad – luz, agua, comunidad de propietarios- ¿por qué tienen que creer que luego lo haremos?.
Una buena planificación en este sentido, nos ayudará mucho a la hora de negociar con las diferentes entidades.
Y cuando hablo de negociar no me refiero únicamente al diferencial que nos sumarán al euribor. Cada entidad nos intentará imponer unas condiciones diferentes que nos complicarán mucho a la hora de comparar entre ellas, pero aún así deberemos tenerlas todas en cuenta a la hora de decidirnos por un banco u otro.
Habrá entidades que intenten añadir avalistas, otras intentarán que pagues unas primas de seguros muy elevadas, otras intentarán que hagas ambas cosas…
No nos engañemos, por muy buenos profesionales que seamos en nuestra materia no tenemos porqué saber de todo, un adecuado asesoramiento profesional nos ahorrará mucho dinero y muchos dolores de cabeza.
¿Quieres que te acompañemos en esta travesía?