La dirección financiera es responsable de la gestión económico-financiera de la empresa.
Como responsable de esta gestión, tiene diversas tareas. Entre ellas:
a) Controlar la contabilidad capturando, verificando, midiendo y plasmando todos los costes que se producen en la actividad de la empresa. Elaborar cuentas de resultados y balances periódicos.
b) No solo hay que capturar los costes, también hay que analizarlos y gestionarlos. Tomar decisiones en base a ellos (cuando abandonar una línea de negocio, externalizar un servicio, etc)
c ) Se deben elaborar presupuestos. Indispensable el de tesorería, pero también los de ventas, gastos internos, personal, gastos externos…
d) No hay que olvidar que los presupuestos tiene que ser revisados y contrastados posteriormente con los resultados, analizando las desviaciones y tomando, en su caso, medidas correctoras.
En el área financiera además,
e) Es responsable de tomar las decisiones de inversión, analizando los beneficios de las distintas alternativas.
f) Asimismo, debe analizar y decidir cuáles son las mejores fuentes de financiación, tanto de la actividad (circulante) como de las inversiones.
g) Debe gestionar el riesgo de la empresa. Analizar y descubrir las posibles amenazas para la supervivencia de la empresa (tipos de cambio si operamos en otras divisas, evolución de los tipos de interés de la deuda, vigilancia de los impagos de clientes…)
La función de la dirección financiera está al servicio de la rentabilidad de la empresa como medio para garantizar su supervivencia.
Independientemente del tamaño de tu empresa, todas las funciones descritas deben ser asumidas y realizadas profesionalmente si queremos que la empresa perdure en el tiempo.
En las empresas pequeñas, y en algunas grandes, se externalizan algunas de las labores , sobre todo las de contabilidad, captura de datos… Esto no debe llevar a pensar que no se deben asumir el resto de las tareas. Debemos hacer una trabajo profesional en este área al igual que en el resto de áreas de la empresa ( producción, comunicación, gestión comercial…) Apoyarnos en el análisis de los datos para la toma de decisiones y si lo necesitamos, solicitar apoyo profesional.
El asesoramiento externo debe ayudarnos, no solo a tomar decisiones, sino también a madurar y profundizar nuestros conocimientos de estas labores.